Se habla mucho de los Equipos pero… ¿qué hay de los entrenadores?.

¿Es lo mismo buscar los mejores jugadores para el Equipo que buscar jugadores mejores para el Equipo? Evidentemente NO. Si buscamos mejores jugadores para el Equipo deberemos gestionar egos. Si buscamos jugadores mejores para el Equipo, gestionaremos comunidades. Ya conocemos la máxima: “un jugador gana partidos y un Equipo campeonatos”

¿Y qué pasa con el talento? Todos lo llevamos de serie solo que debemos de encontrar el modo y la oportunidad de descubrir cuál es el nuestro. El entrenador va desempeñar el rol de ayudar a potenciarlo, pulirlo y practicarlo. Si hay talento latente, el entrenador sabe que hay trabajo pendiente. Si lo que hay es un talento evidente, el entrenador debe enseñar al jugador un manejo consciente que le recuerde que siempre hay trabajo pendiente.

Cuando un Equipo triunfa el éxito es de los jugadores. Cuando un Equipo fracasa el responsable es el entrenador. A veces cuesta digerir estos conceptos y siempre podemos aplicar matices; ¡por supuesto!.  La idea aquí es reflexionar sobre la influencia del entrenador sobre un Equipo de jugadores, que en muchos casos, ganan más dinero que él e incluso son más mediáticos que él.

¿Todos los entrenadores son buenos para todas las categorías? Seguramente NO. Hay entrenadores personales, entrenadores de cantera, entrenadores para hacer ascender a un Equipo, entrenadores para que un Equipo no pierda la categoría, entrenadores sustitutos, entrenadores temporales…

¿Qué tienen todos en común? Un E-Q-U-I-P-O. Personas con habilidades, potencialidades, defectos, virtudes, inquietudes, miedos, sueños, hábitos y costumbres. La misión del entrenador es formar una familia nueva. Crear algo nuevo de la diversidad, con ella e incluso a pesar de ella.

Prestar atención dónde pones los acentos es importante. No es lo mismo decir “Equipo” que “Equipó”. Para el primero se necesitan personas. Para el segundo dotar y proveer de cosas útiles para el desempeño y desarrollo de esas personas. Todo entrenador equipa a su equipo con su equipaje. Es como una marca de agua, como un sello. Es su vademécum, que significa etimológicamente “anda” y “ven”“conmigo”, deportivo.

¿Has visto alguna vez a un entrenador lanzar un penalti decisivo en un partido? ¿Has encontrado algún entrenador que sustituyera a algún jugador para ponerse a jugar él? ¿Conoces a algún entrenador que no se apoye en su Equipo Técnico? Por eso es tan importante convertirse en un “Entrenador de Entrenadores”.

Si tu intención es entrenar Equipos aquí tienes 20 tipsque te ayudarán a convertirte en un entrenador de entrenadores:

1. Sonríe: La sonrisa es una curva que todo lo endereza. Muéstrate afable, cercano y humano. La sonrisa genera confianza y con confianza aportaremos seguridad para quienes nos rodean.

2. Comprométete: ¿Por qué vas a pagar el precio de enfrentarte a muchos desprecios?.  Tu compromiso debe ser público y notorio e idéntico al privado y secreto. Tú ejemplo es el mejor espejo para que otras personas también se comprometan.

3. Ama el cambio: Todo cambia, es inevitable: acéptalo y punto. Es imposible bañarse dos veces seguidas en el mismo río. Para que los cambios sean tus compañeros es necesario dedicar tiempo para actualizarse y de paso mineralizarse.

4. Entusiásmate: No estamos entusiasmados porque las cosas salen bien. Las cosas salen bien porque estamos entusiasmados. El entusiasmo significa etimológicamente tener un dios dentro de ti para darte sabiduría, pasión y fuerza. El entusiasmo es transformador. Hace creer en uno mismo y creer en los demás. El entusiasmo también es contagioso.

5. Decide: Tomar decisiones implica aceptar que puedes equivocarte. Es mejor decidir y equivocarte que por miedo a equivocarte no decidir. De todas formas no tomar decisiones es decidir no decidir. Decidas lo que decidas tampoco siempre vas a gustar a todo el mudo. El momento ideal no existe. Existe el aquí y el ahora.

6. Supera los miedos: Valiente no es el que no tiene miedo, sino el que es capaz de amaestrar sus miedos a pesar de todo. De vez en cuando hay que arriesgarse. Arriesgarse a no tenerlo todo bajo control, a fracasar, a confiar en los demás, a no pretender ser perfecto. El miedo es libre; cada cual tiene el que quiere. Hay que hacer de los obstáculos la principal gasolina para seguir avanzando.

7. Aporta valor: ¿Qué vas a aportar a tu Equipo para que sean mejores cualitativa y cuantitativamente? ¿Qué vas a donar a los demás de ti para que sean mejor que tú? ¿Cómo vas a hacer para ser una fuente de inspiración y no solo de transpiración?

8.Ejercita la voluntad: Sin esfuerzo y dedicación sólo se consiguen excusas. La motivación va a parte. Los resultados no son el fruto de la suerte. Son el resultado de un trabajo continuado y con dirección asistida. Lo que más cuesta más se aprecia no por lo que obtienes, sino por el tipo de persona en la que te transformas por el camino mientras lo consigues.

9.Amplia la zona de confort: Estar bien te impide estar mejor. No te relajes pero no te estreses. No te conformes pero no te obsesiones. No dejes de tener proyectos pero no dejes de organizarte y priorizarte. No dejes de contar con la gente pero asume que cierta gente no está dispuesta a contar.

10. Aspira a la excelencia: No necesitas llevar al Equipo a una “Spartan Race” para forjar campeones. La calidad no reside en lo bien que hacen las cosas las personas sino en las personas que hacen las cosas bien. Para ponerse metas elevadas los pies siempre tienen que estar en el suelo.

11. Gestiona las gratificaciones retardadas: Roma no se hizo en un día y no por ello dejó de ser un gran Imperio. Para que haya un crecimiento por fuera primero debe haber un crecimiento por dentro que suele ser imperceptible para los ojos de los ansiosos y apresurados que nos invita a aprender a esperar de manera activa. Ahora bien, esto no debe estar reñido con el reconocimiento y la edificación del Equipo. Forma parte del salario emocional.

12. Se proactivo y no reactivo: No esperes que sucedan cosas, haz que las cosas sucedan. Tienes que ser un hacedor provocador. Tienes que meterte en “lios”, tienes que invitar al cambio desde tu propio cambio, tienes que soñar hacer realidad tus sueños y que tu Equipo lo vea, lo sienta y lo desee.

13. Siente diferente: Sé distinto/a, sé sorprendente, sé genuino/a, sé auténtico/a, sé generoso/a, sé encantador/a,  sé disruptivo/a,  sé inclasificable, sé rebelde, sé incomprendido/a, sé tolerante, sé impredecible, sé seductor/a, sé confiable, sé ecuánime,  sé sinérgico,  sé familiar, sé en definitiva tu mejor yo para todos nosotros.

14. Deja legados: Con el tiempo te recordarán o bien por los problemas que hayas resuelto o por los problemas que hayas creado. Tú decides. Es tan fácil ser recordado como ser olvidado.

15.Cultívate: Aprende de todos y de todo con humildad todos los días. Cualquier momento es un buen momento para aprender. Si no aprendes no puedes enseñar y si no puedes enseñar no hay nada que mostrar. Teoría es todo aquello que sabes que sabes y que aún no has hecho práctico.

16. Sánate: De nada sirve ser si no estás sano en las 5 áreas de la vida; Salud, relaciones, familia, trabajo y economía. Se necesitan entrenadores equilibrados libres de desajustes para poder ajustar a su Equipo sin asustar.

17. Medita: Busca tiempo para estar contigo mismo/a y escucha tus silencios. En los tiempos tan veloces que nos ha tocado vivir en sosiego debes invertir. El yoga, el taichí, los paseos contemplativos, la meditación o invertir tiempo en actividades que te aporten paz, tranquilidad y satisfacción personal. No juegues con ellas. Agenda estas actividades dándole prioridad o jamás las realizarás. No tener tiempo para no tener tiempo es en sí mismo una paradoja.

18. Usa estrategias: Sé regular y constante. De nada sirve comenzar rápido para parar más rápido. Una cosas son tus métodos para alcanzar objetivos, tus tácticas,  y otra las formas más eficientes para conseguirlos, tus técnicas. Si pierdes las formas… te deformas y si pierdes enfoque todo será un choque.

19. Rodéate de gente buena: Formar parte de alguien es tomar parte de algo. Tomar parte de algo es aportar algo de ti para los demás. Asegúrate que la gente que te rodee aprecie, valore y estime tus aportaciones del mismo modo que tú lo haces con ellos. Es bueno ser importante pero es más importante ser bueno. Somos personas que trabajamos con personas.

20. Comunica: Donde pongas tus intenciones pones tus pensamientos y tus energías. Hazte entender más allá de tus cuerdas vocales y acompaña tus vibraciones con una buena dicción. Cuando tengas que perorar olvídate de peroratas. Cuida tus circunloquios, no abuses de los monólogos ni los monosilábicos y sé comedido con tus arengas. Lo más sencillo para comunicarte es escuchar; escuchar por todos los poros de tu piel.

¿Quieres ser una persona afortunada y tener fortuna con tus Equipos? Para lograrlo, cuanto más practiques más habilidades adquirirás y cuantas más habilidades tengas más capacitado/a estarás porque cuanto más entrenes más suerte tendrás.

Y como dijo Phil Jackson (ex entrenador de la National Basketball Association  que tiene el récord absoluto con 11 títulos):

“La fuerza del Equipo viene de cada uno de sus miembros y la fuerza de cada uno de sus miembros viene del Equipo”