¡¡¡ Septiembre ha llegado otra vez !!!! Sí, sí otra vez, como todos los años por las mismas fechas y otra vez, se vuelve a hablar más de lo mismo. ¿No hay otros asuntos que tratar en septiembre? ¿Es septiembre el mes negro del calendario? Este año… tiene todas las papeletas: las incertidumbres sanitarias nos llevan a otro tipo de incertidumbres: económicas, laborales, educativas, productivas… Para los teóricos de la conspiración y el drama el mes de septiembre va a ser el comienzo de un fatal panorama. ¿Seguro? Veamos algunos ejemplos.
Al parecer algunas estadísticas nos dicen, que un porcentaje muy significativo de los divorcios en este país, se producen después del verano. ¿Quién tiene la culpa? El mes de septiembre. Este año seguro que hay un repunte más que significativo, pues al venir de un confinamiento prolongado es posible que para muchos su amor se haya apagado.
También después del verano, los niños/as de este país deben de retomar sus estudios para hacerse hombres y mujeres del mañana, prestando especial atención a los “nuevos/as” que se incorporan al sistema educativo por primera vez, para formar parte de todo un elenco de “salchichones en serie”, pero eso sí… manteniendo las distancias de seguridad y todos de carnaval en una buena burbuja. ¿Quién tiene la culpa? El mes de septiembre.
Los sufridos y comprometidos trabajadores/as que se esfuerzan por llevar a este país a la cuotas más altas de creatividad, eficacia y eficiencia trabajan tan duro, tan duro que para no “quemarse”, tiran de un descanso merecido por ley para volver más jodidos de lo que se fueron, pues no sólo hay que lidiar con la vuelta al puesto sino que hay que darle muchas vueltas a las mascarillas en cómo trabajar para no enfermar. ¿Quién tiene la culpa? El mes de septiembre.
En verano hemos viajado, hemos comido, nos hemos gastado quizás más dinero de la cuenta y hemos cogido unos kilos de más en las cartucheras. Encima, nos esperan unos gastos extra con la entrada escolar y queremos apuntarnos a un gimnasio, aunque para eso todavía tenemos tiempo… hasta enero. ¿Quién tiene la culpa? El mes de septiembre.
Los noticieros en televisión se esfuerzan por dar noticias agradables, pero la atención informativa está enfocada en todo tipo de desgracias, relacionadas con cómo sobrevivir con plenitud después del verano. Este año las noticias sensacionalistas serán las especialistas y dentro de nada una legión de opinólogos expertos en todo y en nada se presentarán en todas las cadenas audiovisuales como el mejor oráculo para llevarnos de culo. ¿Quién tiene la culpa? El mes de septiembre.
En EEUU el año fiscal comienza en septiembre. ¿Te imaginas lo mismo en España con todo lo que ya nos toca en este mes como valor añadido y los gastos extras en mascarillas? Es verdad que el país pasa del mes de agosto, el mes más tonto del calendario, donde el que está no sabe y el que sabe no está, las mascarillas acuáticas y los geles hidroalcohólicos sustituyendo a los bronceadores, a enfrentarnos a la cruda realidad. ¿Quién tiene la culpa? El mes de septiembre.
Hemos tenido ocho meses para preparar, programar, organizar, planificar y de repente, porque estas cosas pasan así, de repente, nos damos cuenta que no vamos tan bien como creíamos. Estamos a punto de cerrar el penúltimo trimestre del año y… socorroooooo, hay que hacer algoooooo !!!!. ¿Quién tiene la culpa? El mes de septiembre.
Es evidente que ahora, más que nunca, la “industria de las insatisfacciones” es muy rentable, pero si eres de los que les gusta hacer coleccionable, estás de suerte pues si algo positivo tiene el mes de septiembre, es que te ofrece una amplia variedad para que aprendas a distraerte al menos hasta la segunda entrega.
Pero tranquilos porque el mensaje para la ciudadanía es claro: ¡¡ESPAÑA SI QUIERE PUEDE!! Ahora bien, ¿CUÁNDO?, ¿AHORA?.