Aprender jugando. Se trata de una dinámica bien conocida, de indiscutible efectividad, para el sector infantil. Gracias a los juegos, los niños son capaces de aprender matemáticas, un segundo idioma o tecnología, sirviéndose de actividades lúdicas.

Pero, esta manera de aprendizaje y crecimiento, ¿es exclusiva de los niños? ¿O los adultos también podemos beneficiarnos de esta eficaz estrategia de conocimiento? Es aquí cuando la gamificación destaca entre las diferentes metodologías de formación.  

La estigmatización del juego en la adultez es una realidad latente. Considerado como una pérdida del tiempo, el juego o las actividades lúdicas, son relegados a un rincón mientras se ponen en práctica otras dinámicas de aprendizaje que resultan menos efectivas y productivas, tanto a nivel individual como empresarial.

La gamificación, pese a ser un concepto que cuenta ya con varias décadas de historia, va penetrando en las aulas y en las empresas poco a poco, pero con gran seguridad, posicionándose como una estrategia válida y beneficiosa en muchos sentidos.

¿Quieres adentrarte en el concepto de la gamificación? Te contamos todo acerca de esta poderosa – y divertida – forma de aprendizaje. 

¿Qué es la gamificación y por qué es importante?

La gamificación es un tipo de aprendizaje en el que trasladamos las dinámicas de los juegos al ámbito educativo-profesional, con el objetivo de alcanzar mejores resultados. Así, la gamificación, se emplea para adquirir nuevos conocimientos o reforzar habilidades, entre otros muchos fines.

La gamificación, que bebe de los mecanismos del juego, permite una interiorización sencilla y efectiva de conocimientos, al tiempo que disfrutamos y nos divertimos durante el proceso, generando una experiencia positiva en el usuario.

La consecución de objetivos desde una perspectiva lúdica, potencia el compromiso de las personas y las motiva a superarse, tanto a nivel individual como grupal. La obtención de recompensas, superación de los niveles, contenido gratuito o programas de fidelización, son algunas de las herramientas de las que se sirve la gamificación para alcanzar su objetivo principal: motivar al usuario a seguir jugando para conseguir sus metas.

De entre estas herramientas, cabe destacar dos específicas: Take a Team y Teamland, del grupo Atman, destinadas a liberar el potencial de un equipo. La primera, Take a Team, se plantea como juegos de cartas destinados a crear nuevas dinámicas y hábitos en el lugar de trabajo. Teamland, por su parte, se presenta como un juego de mesa que versa sobre la metodología 5C del trabajo en equipo.

En los últimos años, estamos asistiendo a una revalorización del juego y de la eficacia de implantar este sistema de aprendizaje. A continuación, abordamos los grandes beneficios de implantar la gamificación en el centro de trabajo.

Beneficios de la gamificación

Los beneficios que encontramos en la gamificación son muchos y variados. Aplicada a las empresas, uno de los beneficios más importantes que extraemos de este sistema de aprendizaje es el fomento del sentimiento de pertenencia e identidad en la organización.

Pero, a parte de ello, la gamificación empresarial lleva aparejada otros beneficios que justifican la implementación de esta metodología en el seno de las compañías.

Aumento de la motivación

Se trata de unos de los beneficios más palpables que podemos extraer de la gamificación. El sistema lúdico, basado en logros, genera una competitividad sana entre los miembros de un equipo, transformando las metas empresariales en metas individuales.

La motivación es la rueda del engranaje que hace girar la productividad de la empresa, que es el siguiente beneficio que extraemos de la gamificación. 

Incremento de la productividad

Un trabajador contento, es un trabajador productivo. Esto no es ningún secreto.

Sin embargo, no todas las empresas aplican las dinámicas de gamificación o, por otro lado, dinámicas de Team Building, para conseguir que sus empleados se sientan motivados, felices y experimenten un sentimiento de pertenencia con respecto a la empresa para la que trabajan.

El empleo de herramientas lúdicas para adquirir nuevas habilidades y estrechar lazos con nuestros compañeros, genera un ambiente relajado y colaborativo que se traduce en un aumento de la productividad.

Mejora de la comunicación

Cuidar y promover la comunicación en el seno de la empresa es esencial para que la compañía logre sus objetivos de negocio.

La sensación de bienestar y ambiente distendido, favorecen la comunicación, pues los trabajadores se ven animados a compartir sus opiniones, visión, valores y objetivos con sus compañeros.

De hecho, la gamificación tiene una aplicación muy específica en este sentido, destinándose a generar compromiso y conexión entre compañeros y los diferentes departamentos de la empresa.

Desarrollo de habilidades

Los contenidos que encontramos en los juegos y actividades lúdicas de la gamificación, se corresponden con los que hallaríamos en el curso de formación equivalente, con la diferencia de presentarse de una forma más motivadora por la que, los participantes, se sienten más atraídos.

Trabajo en equipo, liderazgo, toma de decisiones, atención al cliente o resolución de conflictos, son algunas de las capacidades o habilidades que salen reforzadas gracias a esta técnica de enseñanza.

La gamificación se plantea como un modelo altamente funcional, pues su carácter lúdico permite interiorizar el conocimiento de una forma agradable, positiva y eficaz.

Refuerzo de la imagen de la marca

La gamificación también puede emplearse como herramienta de branding, es decir, para construir una imagen fuerte de la marca. En este proceso intervienen numerosos factores y elementos, siendo, la gamificación, uno de ellos.

La gamificación, en este ámbito, favorece la construcción de los atributos y valores de la marca, dándolos a conocer, no solo a la sociedad o posibles clientes, sino entre los propios empleados, potenciando el sentimiento de integración y pertenencia.

La gamificación es una de las metodologías de aprendizaje más valiosas y eficaces, favoreciendo una interiorización de conocimientos divertida y animando a seguir creciendo como persona y como profesional.

Sus beneficios justifican su implantación en el seno de las empresas, a fin de crear un ambiente de trabajado distendido, integrado por trabajadores que creen en lo que hacen, se sienten identificados con los valores de la empresa y están plenamente involucrados en el crecimiento de la misma.