Esta contundente pero no menos cierta frase, la pronunció ( según nos cuenta el Dr.Mario Alonso en el video que adjuntamos) el director del instituto del cerebro de Milán y en el fondo venía a referirse  a la tremenda plasticidad de nuestro  cerebro, a como el cerebro responde al entrenamiento que le damos, a como podemos desarrollar o atrofiar nuestro talento en función del uso que hagamos de él. Hoy he leido en la prensa algo así como que las cadenas de televisión invierten el 1% del tiempo de sus telediarios a hablar sobre ciencia y tecnología, no es de extrañar que uno de los descubrimientos más importantes , no sólo en la neurología sino yo diría que en toda la ciencia en los últimos 10 años , prácticamente pasara en su momento desapercibida, me estoy refiriendo al descubrimiento de que las neuronas se regneran de por vida. Hasta ahora se pensaba que nuestras neuronas se creaban hasta los 20 años de edad más o menos y que a partir de esa edad se iban muriendo más rápida o lentamente en función de la actividad intelectual que mantengamos, sin embargo se ha descubierto que las neuronas tienen capacidad de regenerarse y eso significa que con un buen entrenamiento, es decir, con un buen uso de nuestro cerebro seremos capaces de sacar el maximo provecho de nuestro talento o como dice Mario Alonso Puig nos podemos reinventar cada día. Y para ello sólo hace falta pensar de otra manera (si siempre hago lo mismo obtendré los mismos resultados)  y para ello nos tenemos que hacer las preguntas adecuadas. La ciencia aquí se alía nuevamente con el coaching y nos dice que si nos hacemos preguntas adecuadas establecemos nuevas conexiones neuronales que nos llevan a respuestas que hasta ese momento no éramos capaces de encontrar o de ver,  ¿que me impide alcanzar mayores logros en mi desempeño?, ¿ que necesito para ser capaz de disfrutar de mi trabajo ¿ para qué respondo de una manera emocionalmente inadecuada? ¿que beneficio obtengo de sentir miedo?, son preguntas fáciles de hacer y en ocasiones difíciles de responder. Personalmente me quedo con la buena noticia que supone que tenemos la capacidad de reinventarnos, de ver las cosas de distinta manera, de crecer profesionalmente o de tener una inteligencia emocional adecuada. Pues eso, celebremos que nacemos genios y que depende de nosotros seguir siendolo.