No, no nos hemos equivocado atribuyendo la estrofa del famoso poema de Machado al controvertido (para algunos) Robert Schank. En este post que compartimos queremos hablar de formas de aprender y concretamente de “aprender haciendo” (learning by doing) cuyo exponente , tal vez el más conocido , sea Robert Schank.
Somos de la opinión que el aprendizaje que recibimos desde la escuela hasta nuestra incorporación al mercado laboral está sustentado en su mayor parte en la transmisión de conocimientos . Curiosamente entre las distintas etimologías de la palabra “educar” existen dos casi antagónicas, por un lado hay expertos que sostienen que proviene del verbo latino “educare” que viene a significar alimentar, llenar de conocimientos al alumno y por otro lado otros expertos sostienen que proviene de la expresión latina “ex ducere” que significa “guiar/sacar desde dentro” sacar desde adentro hacia afuera nuestras virtudes, nuestros valores, nuestro talento. Igualico!
Que curiosa resulta la evolución o utilización de las palabras, si atendemos a la definición segunda encaja perfectamente con los modelos de educación de la grecia clásica ( si hablamos únicamente de la cultura occidental ya que la mayor parte de la cultura oriental también se fundamenta en este modelo), sobre todo la época socrática y presocrática sin embargo, si nos quedamos con la primera definición, vemos que encaja perfectamente con nuestro sistema educativo en el cual perdura, en su esencia, el mismo modelo desde hace siglos basado en la transmisión de conocimientos más que en el desarrollo del talento humano en su máxima expresión , valores, virtudes, talento, creatividad, emociones o habilidades tan esenciales para el desarrollo como el arte o la música. Puede resultar utópico pero por lo menos podríamos acercarnos aunque sea un poco!.
Ese mismo sistema educativo o formas de proceder en materia educativa, en general, favorece poco la capacidad de aprender, sobre todo nos preparan poco para “aprender a aprender”.Y eso se observa en las organizaciones.
El fomento del autoconocimiento, el desarrollo de valores como la constancia, la generosidad, la colaboración, el esfuerzo o el respeto por los demás, la interiorización de los errores como oportunidades de aprendizaje o el aprendizaje colaborativo están poco integrados en nuestro sistema educativo y la repercusión de ello la encontramos en el mundo de las organizaciones donde cada vez más se preocupan de llenar ese vacío en el desarrollo personal y profesional de sus empleados conscientes de la importancia y la incidencia directa que tiene en las cuentas de resultados.
Afortunadamente ,cada vez mas organizaciones ( aunque no al ritmo deseado ) se van subiendo al carro de la innovación al utilizar metodologías de aprendizaje diferentes y desarrollando el talento de sus personas consiguiendo, de algún modo, rellenar ese gap entre el modelo educativo y el mundo de la empresa, si bien lo deseado fuera que el proceso fuera inverso y el modelo anticipara las necesidades del mercado y la sociedad.Casi todas ellas tienen en común que se basan en el principio de aprender haciendo, las experiencias vividas y el aprendizaje derivado de ellas en un outdoor training tienen un alto impacto en la persona y perduran en el tiempo, así como el aprendizaje obtenido al poner en acción las reflexiones surgidas de una sesión de coaching cambian al observador y amplian su capacidad de acción.
Las últimas metodologías surgidas desde el ámbito del aprendizaje y del desarrollo del talento provienen del mundo de los videojuegos y nos recuerda que las mejores cosas que aprendimos las aprendimos jugando. Aprender a trabajar en equipo trabajando en equipo con un videojuego es un recurso que ya se está utilizando en el mundo de las organizaciones e incluso en alguna universidad.
Lo dicho, que a aprender se aprende aprendiendo y que se hace camino al andar….