Adivina adivinanza.

¿Quién es el más digno de alabanza? ¿El que se abalanza o el que tiene balanza?

Adivina adivinanza.

¿Quién luce mejor su panza? ¿El que la lleva con confianza o al que se la ve en la lontananza?

Adivina adivinanza.

¿Quién demuestra más templanza? ¿El que no pierde la esperanza o el que no se pone nervioso ante la tardanza?

Adivina adivinanza.

¿Quién es más digno para la crianza? ¿El que protege a ultranza o el que sacude con su enseñanza?

Adivina adivinanza.

¿Quién es el que más avanza? ¿El que más lanza o el que más danza?

¿Te gustaría dormir a pierna suelta para luego despertar tu apetito, dándole alas a tus propósitos sin quedarte en jarras esperando?

¿Quieres ganar tiempo al tiempo sin los inconvenientes del estrés y de las incertidumbres?

¿Y si pudieses anticiparte a los reveses todos los meses? ¡Estas de suerte! Tienes correspondencia. Tu providencia te envía una misiva en letra cursiva, con los secretos para acertar siempre con tus decretos.

Adivina adivinanza. ¿Quién maneja el oráculo? ¿El que lleva el rótulo o el que lleva el báculo?

Adivina adivinanza. ¿Quién es más clarividente? ¿Un invidente que ve lo evidente o un vidente televidente?

Adivina adivinanza. ¿Quién predice mejor? ¿El que maldice o el que usa su dedo índice?

Adivina adivinanza. ¿Quién adivina más? ¿La clase divina o la clase bovina?

 Ante tal avalancha mejor no caer en plancha. Mejor pertrecharse que agotarse. Mejor asegurar que especular. Mejor un éxito seguro que asegurar cualquier éxito. Mejor que gobiernes que vivir en ciernes. Mejor saber antes que estar vigilantes. Mejor conocer el futuro que ir a lo seguro. Así pues, lo prometido es deuda y para no tener ninguna duda ponemos a tu disposición 32 herramientas para anticiparte con arte y de ese modo jamás despistarte:

 

  • Piromancia: Adivinación por medio del fuego. Intenta que no te consuman las llamas. En caso contrario llama a los bomberos o acabarás con el Síndrome de Burnout.

 

  • Aeromancia: Adivinación por medio de las formas de las nubes. La mejor postura es la de cúbito supino pero intenta cobijarte bajo la sombra de un buen pino. Hay que tener cuidado por si se le va a uno el santo al cielo o de repente se le ladra a la luna, pues eso no traerá buena fortuna. Si te fijas bien verás la luz y como llovido del cielo aparecerá ante tu vista una pista que te aportará desvelo.

 

  • Anomancia: Adivinación por los pliegues del ano. Para no ir de culo mejor conoce bien tus posaderas para evitar sentarte con las plañideras. Si más marcha te quieres dar, practicando twerking evitarás cualquier overbooking.

 

  • Cartomancia: Adivinación por naipes. Aquí se baraja y con cada carta tendrás más claro a quien aparta. La vida es un juego de tute para tu disfrute. Si lo que quieres es jugar al mus no dejes que te de un patatús. Si juegas al chinchón usa bien el melón. Si prácticas con la brisca cuidado con la ventisca y si eres de póker cuidado con el bróker.

 

  • Capnomancia: Adivinación por medio del humo. Ser humilde ayuda mucho pues tener muchos humos, malos humos o estar ahumado no favorece en nada en ver dónde está tu morada.

 

  • Alectomancia: Adivinación por medio de un gallo. De todos es conocido que ponerse “gallito” es un mito, pues de nada sirve desplegar las plumas si todo son brumas.

 

  • Ceraunomancia: Procedimiento adivinatorio que se realiza por medio de las interpretaciones de las tempestades. Quien siembra vientos recoge tempestades soplando lejos a las amistades. En caso de tormenta cobijarse en una buena venta.

 

  • Ceromancia: Adivinación por medio de la interpretación de las figuras que forman las gotas de cera al caer en una vasija de agua. En todas las procesiones basta con seguir el rastro de su goteo para no ser ateo. Cuando dicen que la procesión va por dentro es cuando más hay que buscar el centro. Dar cera y pulir cera no es una quimera.

 

  • Copromancia: Arte adivinatoria a través de las heces. Conociendo tu forma de deponer podrás evacuar cualquier malestar. Intenta no cagarla más de la cuenta pues eso desalienta y el mal ambiente es evidente.

 

  • Catoptromancia: Adivinación por medio de un espejo. No es nada complejo quedarse perplejo, cuando ves todo tu pellejo delante de un espejo y reconocer cómo y de qué me quejo.

 

  • Calolomancia: Adivinación por la forma estética. La hermosura sin frescura tiene poca cobertura. Lo monstruoso puede ser hermoso si es saleroso. La belleza se demuestra más con la viveza que con la cabeza.

 

  • Caligrafolomancia: Adivinación por los rasgos de la escritura de una persona. Se sabe de buena tinta que según el modo como se escribe, cada cual de manera sucinta se describe. Otra cosa bien distinta es usar la hache por be.

 

  • Bibliomancia: Abrir un libro e interpretar el futuro según la página que salga. Con seguridad y certeza se puede afirmar que si no abres ningún libro, no tendrás mucho futuro y eso es algo seguro.

 

  • Aruspicemancia: Adivinación a través de las entrañas de los animales. Cara de ángel y entrañas de demonio, cara de beato y uñas de gato, cara de bobo y cabeza de lobo. Visceralmente entrañable es aquel que siendo irritable no deja de ser educable.

 

  • Oniromancia: ¿Qué me pueden decir los sueños? El sonámbulo sueña que está soñando mientras con cada paso va avanzando dormido hacia su despertar. Entre sábanas no es lo mismo que entre sueños. Premonitorio sueño es un dormitorio donde lo accesorio es innecesario, pues no hay mejor envoltorio que un buen responsorio. ¡Éxitus seguro!

 

  • Onicomancia: Adivinación del porvenir de una persona por las rayas que le quedan señaladas en la uñas una vez untadas en aceite y hollín. ¡Jolín! Menuda manicura para darte cobertura. Si lo combinamos con un baño de parafina seguro que tu futuro no desafina.

 

  • Onomancia: Procedimiento adivinatorio que consiste en predecir el futuro de una persona por medio de la interpretación de su nombre propio. Onomatopeyas personales que te marcarán la vida hasta que tu género con esmero quiera cambiar el primero, para enseñarte tu futuro venidero.

 

  • Numeromancia: Adivinación por los números de la fecha de tu nacimiento. Se disparó como una flecha cuando supo que con esa fecha no había ni tacha ni brecha para sembrar una buena cosecha, así que se dijo a sí mismo: ¡aprovecha que la cosa está hecha!

 

  • Necromancia: Adivinación por la evocación de los espíritus de muertos. Causa mucho respeto dialogar con un espectro, pues su aspecto circunspecto puede llegar a ser muy siniestro. Nada hay que temer pues en la oscuridad también existe la claridad. Al irse de este mundo y volver te puede mostrar el camino más fecundo.

 

  • Geomancia: Adivinación por la interpretación en las marcas del suelo al arrojar un puñado de piedras. En caso de ser preciosas, las piedras, nos esperan mañanas ociosas, deliciosas y graciosas. Si por el contrario lo que se lanza es un guijarro los días nos dispararan a bocajarro.

 

  • Taseomancia: Método de predicción a través de los posos del té, café o vino. ¡Qué alegría, que alboroto, cuando se vaticina con buena teína y siendo adivinos con taninos, conocer nuevos vecinos!

 

  • Rabdomancia: Proceso adivinatorio que consiste en buscar objetos ocultos, yacimientos o manantiales por medio de varas o bastones. Todo un consuelo encontrar apoyo en un cayado iluminado, dotado para que todo sea bien velado. Menudo palo ser bastón si no paran de darte el tostón.

 

  • Xilomancia: Arte adivinatorio basado en las ramas de los árboles y en las vetas del interior de la madera. Para eliminar cualquier migraña basta con ver la forma de su leña, sin la necesidad de hacer vida ermitaña, aunque a todas luces sería preferible ir a Cerdeña. Mientras tanto con las astillas de un buen troco, salen mágicas varillas para sembrar prósperas semillas.

 

  • Astronomancia: Adivinación valiéndose de los cuerpos celestiales. Si tu hado te deja de lado tu sino es crearte tu propio destino, centelleando como un lucero en un joyero universal, junto con un manto de estrellas que te arroparan para que brilles con luz propia. De ese modo tú siempre serás la estrella. Otra forma de garantizarte la suerte es con las estrellas levantarte, transformando con arte la oscuridad en divinidad.

 

  • Quiromancia: Procedimiento adivinatorio por medio de la interpretación de las líneas de la mano. Algunos necesitan una mano de jabón, otros en cambio son mano de santo. Puedes ser la mano derecha más no libre de sospecha, mano dura como empuñadura, mano izquierda para dar cuerda, mano oculta para cualquier consulta, listo de manos como los tiranos, mala mano por falta de destreza que luego convertirse en pereza, manos limpias para dar conferencias, pero jamás ni manos sucias porque son sombrías, ni mano sobre mano pues difícil será diferenciar si es por ufano o por profano. Lo mejor es mano a mano y seguro que de antemano se llega lejano.

 

  • Espatulomancia: Adivinación por medio de la observación de los huesos de los animales. Basta con ir a Atapuerca y aparte de buenos quesos también encontraremos buenos huesos, que sin duda nos dirán porque los humanos suspiran cuando los animales nos miran.

 

  • Esciomancia: Adivinación por la sombra del consultante. Está el que tiene mala sombra que sobra, el que no se fía ni de su sombra y luego se asombra, el cobarde que de su sombra huye para estar a resguarde, el que solo va en compañía de dos; su sombra y él para darse cuartel. Si hasta un pelo hace sombra en el suelo imagina un cuerpo entero.

 

  • Ornitomancia: Adivinación por el vuelo y el canto de las aves. Cantar o dar el cante según su uso y abuso, te hará más o menos elegante y amante, según seas de solvente o arrogante. Para volar hay que aprender a soñar sin confundir los altos vuelos con los altos recelos porque eso es cosa de lelos.

 

  • Hidromancia: Procedimiento adivinatorio que se realiza por medio de la interpretación del aspecto y de las características del agua. El agua entra en tu vida en un porcentaje más que notable para permanecer saludable. Con el agua de colonia se perfuma Babilonia. Con agua de borrajas no te rajas. Con agua angélica nada te pica. Con agua de mar te dejas mimar. Con agua muerta se cierra la puerta. Con aguas mayores y menores todo son pudores. Rompiendo aguas algo sale de las enaguas y si haces aguas te ostias y te licuas.

 

  • Metoposcopia: Forma de adivinación con la que se pretende describir el carácter de una persona y predecir su futuro basándose en la líneas de su frente. Es como hacer un catastro en el rostro y descubrir en un rastro un brillante astro. Hay muchos tipos de caras. Caras con dos haces que llevan antifaces, caras de acelga para lo que más convenga, caras de juez siempre con ronquez, caras de perro fuertes como un hierro, caras de pocos amigos que solo ven enemigos, caras de risa para los que no tienen prisa, caras de vinagre cuando no se quitan la mugre, caras largas por exceso de cargas o caras del montón que parecen de cartón.

 

  • Uromancia: Procedimiento adivinatorio que se realiza por medio de la interpretación de las características de la orina. Al desbeber tienes que atender a su descender y un chorro de información te va a sorprender. Con cada diuresis puedes hacer una tesis porque con el pipi analizado tu futuro será trazado. De ciencia-micción se trata, aunque creas que mear en un bote sea una lata.

 

  • Falomancia: Adivinación por el tamaño, forma y hacia donde carga el pito. Entre machos alfa el tamaño de su cipote puede ser motivo de mofa y sarcasmo, cuando ante un proyecto de envergadura no da la talla y se queda sin medalla. Su varonil futuro se pone entredicho, siendo ahora su cola una trola sin aureola, que pasa de ser venerada a ser ultrajada. Sería un disparate que se prediga y se mande por el tamaño del glande, pues volátiles motivos tiene cuando se expande.

 

Adivina adivinanza. ¿Entonces todo es verdad o mentira?

Cuando crees en una mentira demasiado tiempo la verdad puede pasar de liberarte a destrozarte. Las mentiras dependen de cómo se cuenten las verdades y las verdades dependen de cómo se vean las realidades. En un mundo acostumbrado a mentir, decir la verdad puede ser un acto revolucionario pues la verdad es un arma que a muchos alarma. Como decía Voltaire: “hay verdades que no son ni para todas las personas ni para todas las épocas”.