Parece oportuno hablar de videojuegos en estas fechas en las que Papá Noel acaba de pasar y todavía están por venir los Reyes Magos, sobre todo porque hablamos de una industria que ya ha adelantado a la del cine y casi triplica la industria discográfica y además no presenta signos de desaceleración.
Tom Chatfield nos explica en este video el éxito de la industria de los videojuegos pero lo curioso es que señala al aprendizaje como clave de todo el proceso.
Este escritor, conferenciante y gurú de los videojuegos nos dice que en la mayoría de los videojuegos están presentes siete variables que provocan por un lado el engagement (compromiso) con el juego y por otro lado el aprendizaje:
1.- Objetivos a corto y largo plazo
2.- Barras o indicadores de progreso
3.- Sistema de recompensas al esfuerzo
4.- Feedback claro y frecuente
5.- Cierto factor de incertidumbre en el objetivo
6.- Atención mejorada
7.- Interacción con otras personas
Está claro que no todos los videojuegos cumplen todos los requisitos pero sí los más exitosos y en cualquier caso muchos de ellos. Resulta curioso observar como esos mismos factores nos sirven para explicar el proceso de desarrollo del talento en una persona e incluso nos dan las pautas para aprender disfrutando del proceso, por ende , estos mismos factores son los que se dan en un proceso de coaching, se establecen objetivos, se realizan acciones para alcanzarlos, se establecen indicadores de progreso , el esfuerzo es constantemente recompensado con los resultados los cuales nos ofrecen un feedback constante, el objetivo ha de ser retador para el coachee ni ser percibido como fácil de conseguir ni extremadamente complicado para que su grado de compromiso con el proceso se mantenga y se da una focalización en el propio proceso que facilita el aprendizaje.
A veces nos preguntamos cómo conseguir el compromiso de las personas, cómo disfrutar en el trabajo o cómo desarrollar el talento y las respuestas las encontramos en cosas tan sencillas y comunes como son los videojuegos y por extensión en los juegos en general.
Chatfield habla de la tasa adecuada de engagement que ha de presentar un videojuego y la establece en un 25%, ni muy fácil (lo que nos llevaría al aburrimiento y por tanto al abandono) ni muy difícil ( lo que nos llevaría a la ansiedad y también al abandono), esa tasa es lo que Mihalyi define como estados de fluidez ( que ya comentamos en otro post) y que determina como se desarrolla el aprendizaje y el disfrute. Si nos paramos a pensar en el proceso de aprendizaje cuando éramos niños, fundamentalmente estaba basado en el juego y especialmente en el juego colaborativo, eran auténticas experiencias de aprendizaje colectivo donde se disfrutaba aprendiendo, luego nos fuimos haciendo mayores y sólo nos divertíamos fuera de clase o en el recreo o con los amigos y el resto de la historia ya la conocemos.
Los científicos afirman que los principales factores por el que nuestra especie haya llegado hasta donde está en su escala evolutiva han sido la comunicación, la colaboración y el trabajo en equipo, sin esas competencias no habríamos llegado hasta aquí ni estaríamos escribiendo un blog, lo que nos lleva a pensar que tal vez debiéramos hacer menos hincapié a “enseñar” a trabajar en equipo y ver que es lo que nos lo impide ya que es algo intrínseco a nuestra especie del mismo modo que aplica al terreno del desarrollo del talento tanto en niños como en adultos.
Este mes hemos tenido la oportunidad de realizar varios talleres a diferentes clientes sobre aspectos relacionados con el fenómeno equipo: niveles de desempeño, aumento de rendimiento o conectividad, estos aspectos los estuvimos trabajando a través del uso de videojuegos, concretamente con la Wii. El disfrute, como es fácil predecir, fue máximo pero lo importante de todo fue observar como realmente estuvieron presentes esas siete variables que menciona Chatfield en la conferencia y que provoca que las personas aprendan, fluyan y disfruten.
Si el videojuego es ya una realidad presente en nuestra vida cotidiana pensamos que sería bueno sacarle provecho tanto en la educación como en el mundo de las organizaciones, aprovechar el potencial que tiene y aprender a usarlo pero sobre todo rescatar el disfrute en el aprendizaje y el disfrute en el trabajo, no sé si de esta manera mejorará la sociedad pero seguro que lo pasaremos mejor.