Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) los trastornos
depresivos son la segunda causa de mortalidad detrás de las
enfermedades cardiovasculares y el estrés es el segundo problema de
salud en Europa detrás del tabaquismo.

En cifras concretas estas pandemias, de las que España tampoco se
libra, causan en nuestro país un coste económico de más de 750
millones de euros al año, sin contar con las bajas laborales, las
enfermedades profesionales, el ausentismo y las huelgas que huelga
decir también suponen unas pérdidas tanto económicas como en
productividad.

Visto así, el menor de nuestros problemas es el COVID-19. La
pregunta es: ¿Cuándo salgamos de esto volveremos a la normalidad?
Prefiero que pensemos que algo habremos aprendido y seamos
capaces de volver a la “a-normalidad”, porque más de lo mismo
puede ser una opción, pero no una alternativa saludable ni social ni
económicamente.

Lo cotidiano y la familiaridad forman el caldo de cultivo de “más de lo
mismo” y “siempre lo hemos hecho así”, por lo que podemos concluir
que lo contrario de alegre no es serio sino aburrido. Cierto es que
estamos instalados en una cultura que no es proclive a promocionar
el “Humor Inteligente” y el “Humor Blanco”, pues venden más otros
colores: humor verde, humor negro, humor amarillo… tendiendo a
confundir al humor con la ironía u otros sucedáneos de la risa.

El humor, entre otras cosas, hace frente al fanatismo mientras que la
ironía a la intolerancia, que sea dicho de paso, ambas actitudes están
muy de moda y muy presentes en los momentos que vivimos.
Por definición etimológica, humor tiene la misma raíz griega que
tierra: humus. Deducimos pues que no se puede tener buen humor
sin humildad y sin humildad no hay aprendizaje por lo que si no
aprendemos estaremos condenados a repetir nuestra historia una y
otra vez hasta que aprendamos lo que debamos aprender.

Por definición de diccionario, humor es una manera de enjuiciar,
afrontar y comentar las situaciones con distanciamiento ingenioso. Es
decir, que como no podemos cambiar la realidad, nos podemos
permitir darle la vuelta a las circunstancias relativizándolas y
contextualizándolas para descubrir soluciones creativas a nuestros
problemas.

En contextos Empresarial se tiende a ser solemne, riguroso,
científico, serio, comedido, enfocado a resultados, viendo a las
personas como recursos y herramientas acechadas por inteligencias
artificiales que no necesitan vacaciones.

Es imperativo en tiempos de crisis que las organizaciones, de todo
tipo, pongan el foco en lo psico-emocional con una cultura del trabajo
que facilite la conciliación con el bienestar colectivo. Reza un
proverbio Zen: “una raíz es un flor que no quiso serla”. ¿Prefieres
lucir en el cielo o estar enterrado? Dicen que las personas más
peligrosas son aquellas que ni están vivas ni están muertas y si
encima tienen cargos directivos…. Uffff

Estamos instalados en una sociedad del malestar, el desasosiego, la
queja, la crítica porque vende más y de paso nos aliena al “piensa
mal y acertarás” “no es oro todo lo que reluce” “prefiero lo malo
conocido que lo bueno por conocer”… ¡Qué viva el mercado del mal
humor! Con este panorama, ¿Qué podemos hacer?
¿El humor se puede cultivar?

SÍ. Dependerá más de tus actitudes que
de tus aptitudes. Dependerá de cómo pensemos, de nuestras
creencias y valores y de cómo manejemos nuestras emociones,
sentimientos y resiliencias.

Una ADVERTENCIA: Esto no es magia. Solo por pensar e imaginar no
suceden las cosas. Es necesario ponerle agallas y actuar. Son
necesarias las tres pes: pasión, perseverancia y propósito.

El humor en todas sus vertientes es un excelente limpiador social y
fuente inagotable de inspiración donde la alegría juega, nunca mejor
dicho, el papel de activar nuestro júbilo interior que posteriormente
se manifestará en un regocijo exterior, capaz de generar una magia
contagiosa, altamente perjudicial para cualquier enfermedad.

¿Qué consigue el buen humor en las relaciones con la vida y con el
trabajo?

 Placer, distensión y buena voluntad.
 Suavizar intolerancias, confusiones y conflictos.
 Purificar desconfianzas y malentendidos.
 Desarmar a la seriedad.
 Facilita las relaciones humanas.
 Genera buen ambiente.
 Ayuda a la cohesión grupal.
 Aporta seguridad y confianza.
 Afronta las críticas con serena solvencia.
 Proporciona energía motivacional.
 Mejora la salud física y emocional.
 Hace más atractiva y creíble cualquier cultura y valores organizacionales.

Dicho de otro modo aporta más bondad, ingenio, afinidad,
benevolencia, tolerancia, humildad, jovialidad, consciencia, libertad,
gratitud, paz, amor y comprensión. ¿Te parece poco? ¿Qué pasaría si
de verdad nos relacionáramos desde estos atributos más allá de un
cortar y pegar en los idearios de muchas empresas y organizaciones?
Afortunadamente los tiempos cambian y las visiones de qué tipo de
mundo deseamos para nuestro futuro, que empieza desde hoy
mismo, están cambiando desgraciadamente tras un confinamiento
forzado por un virus.

Ahora la pregunta obligada es: ¿Cuándo salgas
de tu casa en qué habrás mejorado?

Te proponemos una “Auditoria de Humor” para dirigir tu vida y tus
negocios desde esta energía: LA DIRECCCIÓN POR HUMOR 😉

Puedes empezar por estas 10 preguntas:

1. ¿Te cuesta reír? Si tu respuesta es Sí, entonces hazte esta otra
pregunta: ¿Cuáles son las creencias que hacen que me cueste
tanto?

2. ¿Se impulsa o promueve el humor en tu entorno de trabajo? Si
la respuesta es No, entonces tienes que preguntarte: ¿Cuáles
son los motivos que hacen que no ocurra?

3. ¿La Empresa en la que trabajas es un lugar divertido? Si la
respuesta es No, entonces piensa: ¿Qué puedo hacer yo para
compensarlo sin caer en el infantilismo?

4. ¿Cuándo estoy en mi casa me siento tan a gusto que no
necesitaría nada del exterior? Si la respuesta es No, entonces
debes reflexionar: ¿Qué busco fuera que debo de de encontrar
dentro?

5. ¿Las personas que conoces, tanto en tus relaciones como en el
trabajo se toman las cosas demasiado en serio? Si la respuesta
es Sí, entonces la cuestión es: ¿Si no fuéramos tan
melodramáticos y formales qué ganaríamos y haríamos ganar a
las personas de nuestro alrededor?

6. ¿Cómo influye el humor en tu vida y en la organización en la
que trabajas?

7. ¿Quién utiliza el humor con éxito en tu vida y en tu trabajo?
Obsérvale y pregúntate entonces: ¿Cómo lo hace?

8. ¿Quién emplea el humor mal en tus relaciones tanto personales
como profesionales? Obsérvale y estate atento a lo que no se
debe hacer. Recuerda que siempre es mejor caer en gracia que
ser gracioso.

9. ¿Cómo favorece o entorpece el humor a la hora de alcanzar
metas y objetivos?

10 ¿Qué pasaría si “Humornizaramos” nuestros valores
empresariales u organizacionales?

Para acabar te dejo dos pensamientos y una pregunta final para que
puedas activar tu humor y con amor lo comparto contigo:

 Para el ser humano excelente todos los días son fiesta.
 Toda tragedia con el tiempo adecuado se transforma en una comedia.
 ¿Cómo puede ser mi vida y mi empresa más alegre, divertida, encantadora, colaborativa y creativa?

Mensaje final:

Si por nuestra culpa te hemos metido en un buen jardín y necesitas
buena compañía para tu compañía… siempre podrás contar con
nuestro cantar.